El mundo volvió a paralizarse para disfrutar de una nueva Superbowl, en la que no han faltado ni la emoción ni la intensidad que se esperaba sobre el césped. El State Farm Stadium de Glendale, Arizona, acogió la gloriosa quincuagesimoséptima edición de la gran final de la liga nacional de fútbol americano, y el espectáculo estuvo servido desde el primer momento. Eagles y Chiefs, los dos mejores conjuntos de toda la temporada regular, frente a frente en un partido que desde luego no ha defraudado a nadie.
Un evento de este tipo no solo tiene que ver con el deporte, y se convierte en algo más social, a un nivel planetario. Las marcas pelean por conseguir un poco de tiempo para incluir sus anuncios en la retransmisión más vista del año en Estados Unidos. Los estrenos más importantes de 2023 lanzan sus trailers para sorprender a los fans durante los intermedios. Y por supuesto, el show del medio tiempo, protagonizado esta vez por la cantante Rihanna, estuvo a la altura de lo esperaba. Un espectáculo de luces y sonido que no dejó a nadie indiferente y puso además un punto más especial a un partido que ya estaba siendo antológico.
Llegaban ambos equipos con las fuerzas bastante parejas, aunque los Philadelphia Eagles presumían de llevar ventaja por su racha de partidos ganados y su defensa prácticamente impenetrable. El único fallo de los de Philadelphia es que tenían enfrente a Mahomes, un chico que ya ha entrado por méritos propios en la historia de la liga nacional de fútbol americano, llevándose su segundo anillo con apenas 27 años y dando una lección de fuerza, talento y profesionalidad.
La victoria de los Kansas City Chiefs fue sufrida, con remontada incluida, y gracias a la conversión de un field goald por parte de Butker en los últimos segundos de partido. La exhibición de los de Kansas no desmereció en absoluto la imponente temporada que ha realizado su rival, incluyendo una final donde las apuestas por la Superbowl estaban muy igualadas. La fuerza de Mahomes y la maestría de Andy Reid, el entrenador de los Chiefs, terminó por decantar la balanza a favor de los de Kansas.
Una final con los dos mejores conjuntos de la temporada siempre es bien recibida por los aficionados de la Liga Nacional de Fútbol Americano. Y no hablamos de dos equipos cualquiera. Tanto los Chiefs como los Eagles han hecho una temporada regular prácticamente perfecta, rozando records de anotación y defensa. Se esperaba un verdadero choque de trenes en esta edición número LV de la Superbowl, y desde luego que el encuentro no ha defraudado.
Si bien los Philadelphia Eagles parecían tener cierta ventaja previa, al menos según las apuestas, los Chiefs lograron imponerse gracias a su valentía, al trabajo de Andy Reid creando jugadas perfectamente equilibradas, y como no, al talento de Patrick Mahomes. El quaterback titular de los de Kansas era duda hasta el último momento, e incluso se temió por su integridad durante el partido, ya que parecía tener problemas en su maltrecho tobillo. Todo eso dio igual. Mahomes estaba a un paso de la gloria y lo sabía. Por eso, cuando peor pintaban las cosas, se echó el equipo a la espalda y consiguió su tan ansiado segundo título.
Los Eagles salieron a por todas y tardaron apenas unos minutos en convertir el primer touchdown. Los Chiefs empataron rápidamente el partido y mostraron ya su fortaleza, advirtiendo que no se lo iban a poner fácil, ni siquiera cuando sus rivales entraban en modo apisonadora. El segundo cuarto fue para los Eagles, efectivos al máximo, yéndose al descanso con una clara ventaja de 24-14. Tal vez la actuación de Rihanna en el medio tiempo dio fuerzas a los de Kansas, que salieron con nuevos bríos para remontar el partido.
Y vaya si lo lograron. Mahomes en modo estrella, apoyado en una línea defensiva prácticamente perfecta, y en la inteligencia de Andy Reid. El entrenador de los Kansas City Chiefs dio toda una lección a la hora de preparar jugadas y asestar golpes al rival en los momentos más decisivos. Mahomes es la estrella, pero buena parte de la culpa de este título la tiene Reid, un técnico que ha demostrado estar a la altura de estos retos.
La remontada de los Chiefs se completó en el tercer cuarto, pero los Eagles no se dieron por vencidos. El partido llegó al último minuto con tablas en el marcador, pero los de Kansas supieron aprovechar la posesión y avanzaron hasta tener la opción del field goal. Todo estaba ahora en los pies de Harrison Butker, que no falló. 38-35 a apenas unos segundos del final, y Kansas ya celebrándolo por todo lo alto, como se merecía, después de una final tan sacrificada y dura. Mahomes ya es historia de la NFL, pero nadie duda de que va camino de convertirse en una auténtica leyenda del deporte.
Este año, las apuestas de fútbol americano han estado más emocionantes que nunca, gracias a la intensidad que ambos equipos han puesto sobre el campo en el partido más importante del año. Con finales así, uno entiende cómo el fútbol americano sigue creciendo y haciéndose cada vez más popular en todo el mundo.
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